domingo, 13 de abril de 2014

Sueños, donde nada se convierte en todo.


Con la cabeza reposada
sobre mi cálida almohada
cerré los ojos para soñar en ti sin cesar.

Una luz apareció entre la oscuridad
alumbrando con su sonrisa el universo
donde nada se convertía en todo.

Yo, anclado en tus ojos
sin querer cercar otro rumbo
por el cual caminar hasta la felicidad.

Tu, esperando mi llegada
con tus brazos abiertos
para entregarme tu corazón.

Dos mundos distintos
unidos por un camino
que solo conoce quien sabe amar.

Y sigo soñando por temor a perder
ese todo que antes fue nada

No hay comentarios:

Publicar un comentario