Pensar y darse cuenta
de
cada detalle perdido,
de
todo lo que dejé enterrado
bajo
mis huellas en la arena.
No
recuerdo cuando vendé mis ojos
para no ser herido de nuevo,
cuando
pase a vivir una mentira
de
la cual no ayo escapatoria.
Cuantas
veces fui pisoteado?
Cuantas
veces me han derribado?
Cuantas
veces he sido abatido
por
las puñaladas del destino?
Lentamente
comienzo a despertar
a
ver con claridad lo oculto tras la niebla,
la
niebla que mi mente creó
para
ocultar el dolor de las heridas.
Es
hora de regresar los ojos al ayer
y
desenterrar lo enterrado
es
hora de recoger la semilla de amor
y
rregarla contigo a mi costado.
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